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sábado, julio 27, 2024
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El FBI pierde a su comandante

El 10 de marzo fue un día triste para el FBI blanquiazul, el foro que fue pionero dentro del ciberespacio blanquiazul a la hora de conectar a pericos dispersos por todo el planeta. Nos enteramos que Andreu Ros Cabello, alias ‘Blondhair’ y, sobre todo, alias el ‘(,) andante’ había fallecido rodeado de los suyos.

El FBI (Fòrum Blanc i Blau d’Internet) fue una incubadora de ideas pericas y de iniciativas para disfrutar apoyando al Espanyol. Y sigue siendo un punto de encuentro de unos amigos que han convertido al sentimiento blanquiazul en el centro de sus vidas y que cada día, casi treinta años después de su nacimiento, se envían (nos enviamos) docenas de mensajes. Y Andreu tuvo mucho que ver en el buen rollo que se generó desde los comienzos, allá por el 1995.

Su buen humor, su activismo constante y su tolerancia – y por qué no decirlo, su inacabable capacidad de llevar la contraria para generar debate – le convirtió en uno de los líderes de un movimiento perico que proporcionó activistas y dirigentes a varias peñas, y que organizó un buen número de desplazamientos para apoyar al equipo. Siempre con el objetivo de disfrutar viajando, porque lo de disfrutar con el juego del equipo no estaba – casi nunca – garantizado. Vamos, como ahora.

Con Andreu todos los ‘fibis’ vivimos momentos míticos en las “berberechadas”, que era el nombre que dimos a los aperitivos, comidas y cenas que celebramos y que tenían como uno de los alicientes los berberechos que fabricaba el entonces presidente del club, Daniel Sánchez Llibre. En una de ellas el gran Josep Guardiola nos cantó en primicia el himno del Centenario, que es el actual himno del club. Fue una velada inolvidable en La Deliciosa, un restaurante que todavía existe y que está justo al lado de la Ciudad Deportiva Dani Jarque.

De hecho, recuerdo unas fotografías que nos hicimos en los terrenos de la actual ciudad deportiva, cuando solo era un proyecto, en las que parecíamos una banda de maleantes. Tal vez lo fuéramos, porque ser del Espanyol en Cataluña tiene algo de clandestino y de outsider. Pero si lo fuimos, o lo somos, nuestro ‘capo’ fue, es y será siempre el agente ‘Blondhair’. Porque cada uno de los miembros del FBI teníamos nuestro rango y nuestro alias, como toca en cualquier organización secreta que se precie. ¿El mío? Agente cutreman. Mi pasión por las películas de Pajares y Esteso no merecía otro sobrenombre. ¡Hasta siempre, mi comandante y siempre le recordaremos!


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